CaniTrail

«El Jefazo»

¡Hola! Mi nombre es Coco. Soy un perro de aguas andaluz un poco huevón, pero muy noble y cariñoso. Mis antepasados seguramente han sido perros pastores, porque me encanta vigilar mi territorio, avisar de posibles peligros y controlar en todo momento que ningún humano, a falta de ovejas, se pierda. Me gusta formar parte de una familia de deportistas porque pocas veces me aburro y siempre estoy activo, ¡incluso a veces demasiado para mi gusto! ¿Por qué a esta gente le dará siempre por correr en lugar de andar? ¡Con lo agradable que es un paseo tranquilo! La verdad es que aunque me queje luego me gusta, y soy bastante competitivo, todo hay que decirlo, si alguien va por delante de mí voy a muerte a por él. Así que si alguna vez corremos juntos, ¡prepárate para ir a tope! 

 «El Máquina»

¡Muy buenas! Mi nombre es Manchitas. Al igual que mi bro soy perro de aguas, muy noble y cariñoso, pero nada huevón, ¡yo tengo energía para dar y tomar! En mi caso mis antepasados han tenido que ser perros de cobro, porque me flipa seguir rastros y perseguir presas, o a falta de ellas, pelotas y palos. Por ello creo que pocas cosas me gustan más que correr, y además siempre voy el primero marcando el ritmo. Me faltan kilómetros a la semana, aunque está bien que me dosifiquen porque no tengo fin. Y, sí, tal como mi hermano yo también soy muy competitivo cuando corremos, me encanta ir siempre el primero y tiro a tope (creo que a mi pobre humano, que es un poco paquete, le hago sufrir bastante). ¡Te aconsejo que tengas las piernas preparadas si vas a correr conmigo!

«El Explorador»

¡Saludo canino! Mi nombre es Eliud, en honor al gran corredor y leyenda keniata. Soy el último perunner en incorporarse a la familia. Cosas del destino, un día que mi nueva familia se preparaba para iniciar una de sus carreras por la montaña, me encontraron en unas condiciones bastante delicadas en el aparcamiento. Para mi suerte, aunque sé que también para la suya, porque ahora flipan con mi forma de correr y mi compañía, me acogieron y pase a formar parte de este clan de corredores de 2 y 4 patas.

¡Y así comencé una nueva etapa de mi vida! Ahora, junto a mis hermanos perrunos, me dedico a recorrer las montañas granadinas corriendo como perro de tiro y también libre.

Cuando corro junto a mis humanos soy una auténtica máquina, no soy tan fuerte en el tiro como mis hermanos de agua, ¡pero nadie me gana en constancia y resistencia! Y como buen podenco que soy no conozco senderos cuando corro libre, ¡me encanta explorar todo el monte! Pero soy bueno y siempre vuelvo con mi familia, permaneciendo atento en todo momento a donde están y a su llamada. Y al contrario de lo que se pueda pensar por mi raza, también soy cariñoso, familiar y muy tranquilo cuando estoy en casa.

Si algún día te enfrentas a mí puede que los primeros kilómetros vayas por delante, pero ándate con ojo porque las carreras son largas, y cuando empieces a aflojar, ¡ese será mi momento! ¡Yo nunca paro!